La grandeza de la tortuga
- Perseverante y constante, todos la ven como un animal lento y sin animo, pero realmente va más allá, no se da facilmente por vencida
- Sabia, los año que puede vivir una tortuga llevan con sigo sabiduría y aprendizaje
- Fuerte y fragil a la vez; es más frágil de lo que aparenta, por fuera parece fuerte, pero si algo penetrara su duro caparazón podría ocasionarle la muerte; es más, cuando siente el peligro, su primera opción es esconderse bajo su escudo.
- Estas y más razones le hacen especial ante mis ojos.
De la India a la China la tortuga desempeña un papel simbólico importante al ser una imagen del universo, por su caparazón, redondo por encima (Cielo) y plano por debajo (Tierra). Entre las dos conchas, la tortuga es mediadora entre el cielo y la tierra, símbolo del hombre universal y del emperador.
Sabia, porque se la supone vieja y portadora de caracteres sobre su caparazón, la tortuga es la enviada del cielo.
Sus cuatro patas desempeñan el papel de pilares, siendo los estabilizadores de las islas y el Cosmos.
La retracción de la tortuga en su caparazón es el símbolo de una actitud espiritual fundamental: la concentración, el retorno al estado primordial. En el África negra la tortuga es símbolo de la sabiduría, la destreza y el poderío. Para ciertos pueblos de la zona también tiene un poder adivinatorio.
Entre los griegos la tortuga está asociada a Hermes (Mercurio), que utiliza su caparazón ara hacer con él una cítara y encantar al propio Apolo. Ella ha de procurar a Hermes indefinidas riquezas. La transformación de la tortuga en cítara llevaría a Dom Pernety (célebre hermetista del siglo XVIII) a relacionarla con la alquimia.
La interpretación china es que la tortuga es el punto de partida de la evolución, el comienzo de una espiritualización de la materia.